La emblemática empresa gallega de cerámica Sargadelos obtuvo en 2015 un beneficio de unos 70.000 euros y ha firmado un convenio de acreedores con la que sale del concurso en el que estuvo inmerso durante los dos últimos años. Tendrá que abonar algo más de cinco millones de deuda en un plazo que oscila entre los cinco y los doce años.

Sargadelos sale del concurso

Sargadelos evita la liquidación concursal y prevé una facturación de 2,3 millones para este año y alcanzar los 9 millones en 2034. Foto Sargadelos

El plan de viabilidad de esta compañía con 110 trabajadores contempla la creación una marca blanca y la venta a través de Amazon para salir de la crisis y evitar la liquidación concursal.
El consejero delegado de Sargadelos, Segismundo García, firmó en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña el convenio por el que tendrá una quita algo superior al millón de euros, de los siete millones que debía a bancos y Administraciones.
La liquidación concursal se podrá evitar gracias a que se adhirieron al acuerdo en torno al 90% de los acreedores, tanto de la fábrica de Cerámicas O Castro, en la localidad coruñesa de Sada, como de la lucense de O Cervo. Este convenio permitirá la viabilidad de la empresa si consiguen cumplir con el plan trazado.
La mayor parte de los créditos están “muy afianzados», según palabras de su directiva refiriéndose al «importante» patrimonio inmobiliario del grupo. Entre los activos de la empresa que se ponen en venta está un valioso edificio en pleno casco histórico compostelano, y también está prevista la venta de otros bienes como el inmueble del Instituto Galego da Información (IGI), a las afueras de Santiago de Compostela. A pesar de la situación del mercado inmobiliario, la tasación profesional del edificio del centro histórico compostelano fue de casi cuatro millones y de siete millones la del IGI. De cara a la óptima gestión de sus activos la directiva de Sargadelos ha informado de que el precio de tasación de estos bienes inmuebles se rebajaría para facilitar que se produzca su compra.
La histórica compañía gallega sale del concurso de acreedores pero tiene por delante una complicada situación debido a la deuda que deberá abonar en los próximos ejercicios. Para continuar la línea de beneficios y evitar volver a esta situación de concurso de acreedores la directiva tiene previsto afrontar una especialización productiva en cada uno de los dos centros, evitando duplicidades. Esperan que en 2016 vuelvan a dar beneficios y en 2017 iniciarán nuevas líneas de producto.